Nostalgia a los pies de la cama

Comparado con grandes artistas, cuidadoso en detalles como otros tantos, y melódico y diferente como pocos. Este es James Vincent McMorrow, irlandés nacido en 1983 que con un sólo disco publicado hace ya tres años, sigue en mi cabeza. Su debut, "Early in the Morning", dio fruto cuando decidió esconderse medio año en una casa de la playa contando con la única compañía de sus instrumentos. 

Este hombre me enganchó y no pienso soltarme nunca.. Y, ahora, mientras os estoy confesando esto, me siento un poco, cómo diría, ¿derrochadora? A veces me gustaría ser más egoísta en cuanto al terreno musical se refiere. No haber abierto un blog ni tener la adición de escribir y compartir música, de enseñar al mundo estos sonidos que a mí me hacen vivir. Me gustaría ser más reservada para que cada una de las canciones que forman parte de mi vida fuesen eso, sólo parte de la mía. Porque si luego las escucho por ahí pienso que a esa persona le hace sentir lo mismo y se encuentra en una situación parecida a la mía. Me gustaría serlo para sentir que esas notas, letras y sonidos van dedicados exclusivamente para mí. Que son susurros y secretos hechos a medida.

Pero qué estoy diciendo, si fuera musicalmente reservada no sería yo y seguramente no conocería ni una de las solas canciones que considero esenciales. Por eso soy de esas personas que me encanta compartir y que la gente comparta canciones conmigo. Siento que son regalos que nos estamos haciendo sin pedir a cambio nada más que unos minutos de algo especial y de algo que estás a punto de descubrir. Me pasaría horas y horas intercambiando música con alguien.. Es un secreto a voces para conquistarme.

Y también por eso, porque me encanta compartir, aquí tenéis 46 minutos llenos de magia. Magia en forma de canciones impregnadas de una agridulce nostalgia, que me dan aire y me ahogan a la vez, que hacen que quiera ver la noche pasar sin importarme nada, sin importarme nadie..