miércoles, 20 de agosto de 2014

El vuelo del mirlo

Doy al play. Suena "Little darlin´ dear you´ve got nothing to fear.." Con esa única frase, la voz e instrumentos que la acompañan, han sido más que suficientes para cautivarme y hacerme sentir bien. Pongo el volumen bajito para que así también pueda escuchar de fondo el sonido del tren, de la carretera o del ambiente que se vive en un país como es la India. Así puedo escuchar cómo despierta la ciudad, cómo todo se va impregnando del olor de los mercados. Escucho el verde de los árboles, el amarillo de esa tierra árida que choca con el paisaje o el casi azul del cielo que se esconde bajo las nubes. Todo se puede escuchar.

Ahora disfrutar de nuevo de este tema en otro contexto totalmente distinto hace que me imagine ese trajín de gente caminando por las abarrotadas calles, esas medio sonrisas y miradas curiosas que se clavaban en tus pupilas y esos tantos momentos que me acompañaron cuando mi música era mi sombra. Hay experiencias que muchas veces inevitablemente tienen banda sonora. Como esta.

La pongo un poquito más alta, quiero que se me erice aún más la piel, que me haga desconectar del bullicio que me rodea. Cuanto más avanza más me gusta. Decido cerrar los ojos saboreando que estoy en otro mundo. Esta canción es un bálsamo para mis sentidos que hace que disfrute todo más. Tiene algo, algo que no sé explicar.

Y así, mezclando un poco de todo, he vuelto. Si cuento esto es porque ha sido una de las canciones que me han acompañado durante este viaje. La vitamina diaria que revitalizaba mis oídos. 

PD: Ellos son Blickbird Blackbird, grupazo descubierto relativamente hace poco.

PD2: Es un placer volver por aquí y sentirse de nuevo en casa. Gracias a mi querido Bruni por haber cuidado mi rinconcito tan bien, por haber compartido una vez más ese gusto tan exquisito que tiene tanto cinematográfico como musical y enseñarnos que siempre siempre se pueden seguir descubriendo cosas nuevas.

4 comentarios:

Habla, no te cortes!