lunes, 15 de septiembre de 2014

Crónica del DCODE

Por fin he presenciado una de las ediciones del DCODE, el que puede decirse que cierra la temporada de festivales de verano. Celebrado en en el Campus de la Universidad Complutense de Madrid y agradeciendo que no está masificado como otros, ofrece un cartel de calidad compuesto tanto por bandas nacionales como internacionales. 

Entramos más tarde de lo que me hubiera gustado y como consecuencia me perdí a Bombay Bclycle Club y Band of Skulls, entre otros. Llegamos justo cuando Lourdes, o lo que es lo mismo, Russian Red, seducía el escenario. Ya no es usual verla acompañada solo por su guitarra acústica, esa chica tímida que conquistó el indie nacional, ahora se enfrenta al público con más ambición y riesgo. Sigue sin estar mal pero no iría a ver un concierto suyo en exclusivo. Sentados en el césped y con una cervecita en la mano, escucharla de fondo era más que suficiente.

Tocaba el turno de Jake Bugg, el más joven de esta edición que con 20 añitos y teniendo en cuenta que era su primer concierto en Madrid, venía con ganas de demostrar su talento. Las comparaciones con Alex Turner y Bob Dylan son continuas pero aunque aún se le siguen quedando muy grandes, estuvo a la altura de lo que se esperaba de él. Hubo mucho folk y country que junto con sus canciones guitarreras y acústicas hicieron que fuera un concierto ameno y completo.

Por fin era el momentazo de la noche y quien sin duda era el que más expectativas había creado en mí y por el que puedo decir que acudí a este festival. Estoy hablando del inigualable Beck. Hacía ya unos cuantos años que no pasaba por nuestro país y de hecho, era la primera vez que le iba a ver en directo. Fue un concierto apoteósico y difícilmente mejorable. No faltaron clásicos como "Looser", canciones del último disco y bálsamos para afinar los sentidos. Allí estaba él, un muchacho cuarentón, pretendiendo que no pasaban los años por él, un Peter Pan moderno que no paraba de brincar por todo el escenario y que nos regalaba momentos de todo tipo. Me conquistó. La pena es que no cantara mi debilidad "Everybody´s Gotta Learn Sometimes". Aún así mi entrada ya estaba más que amortizada, si me hubiera ido a casa, me hubiera ido más que feliz después de haber vivido uno de los mejores conciertos de este año.

Llegaba otro de los grandes nombres del día, Vetusta Morla. Muy puntuales nada más terminar Beck empezaban en el escenario de al lado. Es algo que se agradeció, la puntualidad y buena organización del evento, apenas bajábamos la mirada del escenario. Si ya de haberlo dado todo no me quedaba casi voz, aquí la perdí por completo tarareando todas sus canciones. No faltaron sus grandes éxitos pero también nos deleitaron con los del último disco e incluso acompañaron "La Deriva" con una reivindicación social apoyada cien por cien. Tienen un don para la puesta en escena y para meterse al público en su bolsillo. Otro conciertazo. Reviví lo bueno y todo lo que transmitían verles en directo.


Nada más terminar fuimos a Wild Beast pero, como teníamos ganas de bailar más que de otra cosa, decidimos que era otro de esos grupos para poder disfrutar en casa y nos decantamos por cambiar de tercio y tirar más para el pop electrónico de la La Roux. Sacada de la música elegante de los ochenta y muy curiosa ella con su tupé y gabardina no sé si me recordaba un poco a Ana Torroja sin hombreras o a David Bowie. Fue un concierto muy regular que no destacó por la originalidad pero disfruté y bailé sin parar con el ritmo de los hits más conocidos. Demostraron por qué eran uno de los cabezas de cartel.



La noche terminó de la mano de Chvrches, más pop electrónico. Empezaron interpretando los famosos temas que les dieron a conocer. Demostraron que, con esa voz tan bonita que le caracteriza a Lauren, pueden conseguir casi lo que quieran.

Con ellos dimos por concluida la noche y muy satisfecha puedo decir que repetiré :)

2 comentarios:

Habla, no te cortes!