La forma en la que conocí la música del francés Alain Bashung ha sido una de las más especiales..
Allí estaba yo, en una cafetería por la zona de Montmartre, barrio donde transcurre la mayor parte de la pelicula de Amélie, intentado cerca de un pequeño altavoz grabar con el móvil la canción que estaba sonando..
No quería molestar a nadie y tampoco me importaba que me mirasen de forma extraña por lo que estaba haciendo. Necesitaba saber la canción, no sé si era por el momento o porque me empeñé, pero se convertió en una música especial.
Fue cuando al verme el camarero, se acercó y sin decirme nada y tan sólo sonriendo, me dio un papel en el que estaba escrito el nombre del artista junto con la canción.
No quería molestar a nadie y tampoco me importaba que me mirasen de forma extraña por lo que estaba haciendo. Necesitaba saber la canción, no sé si era por el momento o porque me empeñé, pero se convertió en una música especial.
Fue cuando al verme el camarero, se acercó y sin decirme nada y tan sólo sonriendo, me dio un papel en el que estaba escrito el nombre del artista junto con la canción.
Ese detalle tan bonito ha hecho que pueda disfrutar de la música de este artista. Y tras mi vuelta de mi pequeño viaje por París tenía que compartirlo con vosotros.
Disfrutadlo..
oh la là! merece la pena capturar momentos así en canciones, bien hecho! :)
ResponderEliminarEs un detalle pleno de delicadeza...
ResponderEliminarEsa historia es muy, muy bonita. Gracias por compartirla. Esos pequeños detalles son capaces de quedarse en la memoria, muy dentro de la piel.
ResponderEliminarCuídate.
Ainss yo por un pequeño incidente estuve sola en una cafetería de la zona, y una camarera me ayudó muchísimoooo!! Mola la canción!!!
ResponderEliminarMe encantó conocerte. alguna vez escuché: "Sin musica no hay vida", y concuerdo totalmente, me quedo aquí contigo leyendo. Abrazo.
ResponderEliminarVengo del blog Mi Fular. Que buena música se respira por acá!!.Un beso
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